Este búho considera a Gabriel García Márquez uno de los más grandes escritores, no solo de la literatura latinoamericana, sino universal. Y como uno de los personajes de su inmortal “Cien años de soledad” (1967) u otros cuentos o novelas, “Gabo” también “tenía allí un hijo escondido”. En este caso, una niña.
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El lunes pasado, el diario Cartagena Universal publicó una columna del periodista y escritor Gustavo Tatis Guerra, que reveló uno de los secretos mejor guardados del novelista: García Márquez no solo tuvo dos hijos, Rodrigo y Gonzalo, fruto de su matrimonio con Mercedes Barca. ¡Él también tiene una hija! Cineasta mexicana Indira Cato, 31.
Desde el Olimpo de las letras, ‘Gabo’ sigue escribiendo la asombrosa novela de su vida. La madre es la periodista y escritora mexicana Susana Cato. Según Tatis Guerra, amigo de la familia del escritor de Aracataca, la relación extramatrimonial comenzó en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba, cuando ‘Gabo’ impartía el taller de guión, y donde Susana era una de las mejores alumnas. Se convertiría en una reconocida escritora, cineasta y guionista.
Pero en este volcánico año 1990, la relación se consolidó cuando los dos escribieron juntos los guiones de un cortometraje y una película con nombres premonitorios: ‘El espejo de las dos lunas’ (1990) y ‘No se juega con el ‘amour’ (1991), al mismo tiempo que conciben a Indira que, no por casualidad, es una reconocida cineasta. Participó en el guión y producción de la película ‘Llévate mis amores’ (2014), documental premiado sobre ‘Las Patronas’, un grupo de mujeres mexicanas que desde 1995 alimentan a los migrantes que viajan en ‘La Bestia’, el tren que va desde el sureste mexicano hasta Estados Unidos.
Pese a la intensidad de la relación entre los dos enamorados, el escritor, que compartió su casa entre México y Colombia, no se separó de su esposa Mercedes.. Ella lo apoyó y fue fundamental en la odisea que vivió el casi desconocido escritor, por lo que los textos originales de su emblemática novela “Cien años de soledad” fueron enviados por correo a la editorial sudamericana en Argentina, según cuenta el autor. extraordinariamente contada. Quizás debido a este reconocimiento, Gabriel no se separó, y la madre de Indira decidió no nombrar a su hija como su padre. ‘Gabo’, según Tatis, ‘no la reconoció legalmente, pero accedió a ser su padre y fue considerado con ella e incluso dejó instrucciones claras para que no se perdiera nada si no la dejaba’. este mundo.
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El rumor de que el autor de “El otoño del patriarca” tenía una hija llegó hace ocho años no solo al Caribe colombiano, sino también a sus principales biógrafos, Dasso Saldívar en Madrid y Gerald Martin en Londres. Pero en el círculo de escritores amigos del colombiano, era un secreto a voces guardado bajo llave. Tatis también lo ha mantenido en secreto hasta ahora, por respeto a Mercedes Barcha, fallecida en 2020.Como reportero, he estado esperando las noticias por ahora que no dañarían a Mercedes ni a nadie más, pero creo que valió la pena decirlo.‘.
El sobrino del escritor, Gabriel Eligio Torres García, confirmó la relación con su prima Indira Cato, de cuya identidad solo había rumores. Dice que es “un poco tímida” y que el acercamiento entre ella y la familia colombiana del novelista ha sido más bien lento. “Tenemos comunicación con ella y tenemos una buena relación”, dijo. Fotos de la cineasta, hasta ahora desconocidas, circulan ahora por el mundo y demuestran que ella es el retrato vivo de la autora de ‘La Hojarasca’.
Hay anécdotas sobre el nombre que prueban que, desde que nació, su padre la conoció. Se puso en honor a la líder Indira Gandhi, presidenta de la India que fue asesinada por sus guardaespaldas. Conoció a la mandataria cuando acompañaba al presidente cubano Fidel Castro a Nueva Delhi en 1983, a la “Cumbre de los Países No Alineados”, y le sorprendió que ella fuera admiradora de su obra y que cultivaran una amistad. “Gabo” dijo que fue una de las primeras llamadas que recibió cuando le anunciaron que había ganado el Premio Nobel.
En su reportaje, Tatis Guerra recuerda que Rodrigo García Barcha, hijo mayor de ‘Gabo’, destaca en su libro ‘Gabo y Mercedes, una despedida’, aludiendo ‘humildemente’ a la ‘vida secreta’ de su padre en materia amorosa. Es muy probable que Mercedes intuyera lo que pasaba entre Susana y su marido, pero hasta el final de su vida mantuvo la discreción y el silencio. Sin embargo, en los medios colombianos, la revelación de la existencia de Indira constituyó un cataclismo familiar, porque también están en juego las apuestas materiales del testamento de la vasta herencia dejada por el autor de “Chronique d’une mort added”. Lo cierto y cierto es que “no hay secreto que dure cien años de soledad”, como el chispeante titular de un tabloide colombiano. Apago la televisión.
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